domingo, 29 de enero de 2012

Lo preferible


Acribillame tranquilo
estoy cumpliendo la pena del miedo
la que escupe liquido negro
en la cara del que menos lo merece.

Te instalaste en mi costado
al lado del enanito que golpea con fuerza
cada vez que un resquicio de coraje
decide asomar.

Saltas saltas en mi cara
me mostras todo lo que se puede perder
cuando ya tengo la doble tachada
cuando la parálisis del cuerpo es total.

Desde los vidrios rotos
de tu cuarto
brota a gritos mi sangre
que no, no sabe, pero sí.

Tira todas las ojotas
que en este baile ya quedamos
desnudos los dos.

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