El hijo de un ricachón
noche felices excesos
se da la jeta con la realidad
se carga dos inocentes
huye.
Ahora la familia de los muertos
se muestra
se levanta
se viste los hombros de pueblo.
-No me importa que me maten-
grita ella
habla con tono fuerte
seguro
luchadoras de las que dan escalofríos
ya no tiene miedo
conoce lo que enserio vale.
Aparece el asesino
con sus ojos drogados
le preguntan:
-¿y su familia?-
la respuesta se ahoga
en el mar de periodistas
yo lo escucho
él no tiene familia.
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